miércoles, 26 de octubre de 2011

Comidas en CASA

El viajar a mi casa está lleno de emociones encontradas. Todo inicia con la emoción de pensar que estaré con mis seres queridos en muy poco tiempo, eso se convierte en el motor que mueve cada célula viva en mi cuerpo. El manejar de Caracas a Valera es sólo un instante, de 7 horas aproximadamente, que adoro ya que disfruto mi vía, el paisaje y hasta los huecos que cada día son más y peores. Al llegar a casa, el abrazo de mis 3 personas amadas hace que todo desaparezca, el sentir amor desinteresado y sincero, el sentirte parte de algo, el sólo hecho de ser, ya es algo más que ganancia.


Mis comidas en casa son algo que disfruto cada día más, el sentarme en familia y compartir un momento, conversar, reír, estar allí es algo que no tiene comparación. Mamá aprovecha mi visita para consentirme aún más y hacer todo aquello que me gusta, gracias a Dios, soy una comensal bastante fácil de complacer, sin embargo, cada comida es un manjar. Va desde un desayuno con Mojito Trujillano, pastelitos de papa y queso, cafecito con leche; pasando por almuerzos con Pasticho, Cremas y Sopas; y terminando con Cenas con arepitas rellenas.


En este ultimo viaje que hice hasta mi sobrino de 6 años, mi pedacito de gente, Jesús Ernesto, me hizo comida, me hizo un Sandwich de jamón y queso con su "Salsa Secreta" (diablitos con mayonesa), esto para mi fue una sorpresa inmensa.


Como todo lo bueno termina, no puedo negar que el retorno es algo que trato de alargar lo más que puedo. Mi corazón se arruga como una pasita al ir montando las cosas en el carro. El dejar de nuevo a mis 3 mosqueteros es algo que duele cada vez más. La nostalgia me invade, la tristeza de dejar ese olor de hogar, ese sabor de amor son algo que sólo quien ama a alguien que está lejos, realmente lo puede entender.


Mi casa y en especial la cocina, se han tornado en el centro de visión de vida, ya que en ellas siempre ha habido que cortar, que lavar, que arreglar, siempre hay un encargo por entregar, comida por hacer, torta por adornar, alguien que atender... Ese movimiento de energías es algo que hace de cualquier día algo diferente y sobretodo muy nutritivo... Gracias a eso es que puedo decir con conocimiento de causa que la cocina y la comida han hecho de mi alguien que sabe que detrás de un plato hay mucho más que ingredientes..