miércoles, 21 de noviembre de 2012

PADRE...


Caminando de la mano conmigo misma al final de la calle veo un hombre con un coche cerca de él y cuando detallo bien ese hombre tiene en brazos un hermoso bebé… Mi corazón se paraliza por unos segundos y al mismo tiempo pierdo también la autonomía de mi respiro. Mi yo interno se abraza a sí mismo y siente que cae en un abismo sin fondo, es una sensación extraña la que va invadiendo mi cuerpo y cuando despierto del ensimismamiento me doy cuenta que tengo lágrimas en los ojos y una soledad sube rápidamente por todo mi cuerpo.  Intento seguir mi camino, pero vuelvo a voltear ante esta imagen que no puedo dejar de ver, sin embargo  ahora mi respuesta es una leve sonrisa de ternura y un suspiro enorme que sale de mis pulmones.

Pasado un tiempo vuelvo a ver una imagen similar y me doy cuenta que la reacción en mi cuerpo es exactamente igual a la anterior. Me pregunto parada frente a esa imagen que me paraliza tantas fibras en mi, por qué estoy sintiendo justamente ahora todo esto…  Será que la Crisis de los 30 aún anda haciendo estragos en mi?????... Mi cabecita tan loca y tan analítica a la vez me  responde que esa respuesta no es nueva, sólo que recién es que me doy cuenta de ella. Haciendo un breve recorrido en varios pensamientos recuerdo que la sensación es la misma siempre y desde siempre ha sido así.

Como hija puedo decir que mi madre intentó, y de muy buena manera, abarcar ambos roles. Ha sido por ello más que una madre, en mí, lo ha sido TODO…

Este mini escrito se lo dedico a aquellos hombres que son PADRES, queriendo hacerles extensivo que para mí la paternidad es algo que causa ternura y admiración. Para mí, un “padre” es más que un ser que procrea y deja hijos por doquier, un “padre” es quien te arropa cuando tienes frío, aquel que te lleva de la mano por la vida y aquel que te consiente sin dejar de exigirte que seas cada día mejor. Benditos aquellos hombres que reconocen la diferencia y sobretodo benditos sean aquellos que están en la vida de sus hijos, que se preocupan por ellos y que no temen a equivocarse y seguir allí intentando.