miércoles, 18 de abril de 2012

La triste partida de un ser querido...

Un 17 de Abril de 2003, un querubin, mi Niña amada, partió de este mundo dejando atrás corazones rotos, ausencias y un lugar irreemplazable.

Mi abuela materna, mi Niña adorada, Josefa Moreno, fue, es y seguirá siendo alguien digno de admirar. Su valor, su entereza, su carácter, su capacidad de amar y hasta su entrega al servir son ejemplos que trato de seguir cada día.

María Josefa Moreno nació un 14 de Enero de 1.916 en la ciudad de Valera, Estado Trujillo. Conoció el concepto de Trabajo y Honradez desde antes de tener conciencia. Ella era la "tuñeca" (la menor) de 11 hermanos, pero no por ello fue tratada de manera especial, trabajaba en la Cocina, en las labores de la Casa y en todo lo que fuese necesario en el día a día. Con menos de 10 años en su haber, por ejemplo, llevaba junto a Pitacio el pan que hacía mi Nona (mi Bisabuela Filomena ) por lo que en ese entonces era la vía de Valera a Carvajal, puerta por puerta.

Estuvo en la cocina desde siempre y desde antes que saliera el sol, haciendo de todo y para todos. Entre sus platos más destacados podemos nombrar los Dulces Criollos (Higos, Durazno, Cabello de Angel, Lechosa); Conservas (Paledonias, Besos de Coco, Quesadillas, Cocadas de Leche); Dulces Varios (Majarete, Natilla, Delicado de Piña, Arroz con Leche); Arepas (de Maíz Pelado, de Harina de Trigo y de Harina de Maíz) y Comida en General (Hallacas, Caraotas, Cochino Frito, Lengua rellena, Ensalada Campesina, Sopa de Pan); quien probó su comida degustó bocado a bocado pedacitos de cielo.

Lavó con lejía y planchó con almidón innumerables cantidades de ropa durante casi toda su vida. En la  actualidad, ni comparable con la mejor tintorería. Su dedicación y entrega a su labor era más que impecable.

Su devoción católica era única, rezaba y temía de Dios como buena hija de Jesús. Sus Santos no faltaron nunca y a medida que pasaban los años la cantidad era mayor y mayor. Sus Lunes de por vida fueron dedicadas a las Animas Benditas del Purgatorio.

El vacío de su ausencia no podrá ser llenado JAMAS, más bien, en mi caso le regalo por lo menos un pensamiento al día ya que gracias a ella tengo la madre que tengo y gracias a ella aprendí mucho de lo que soy el día de hoy. Su entereza, su calidad de ser, su entrega a los suyos, su sentido de la responsabilidad y su concepto de amar no tiene comparación. Le dedico estas líneas porque está en mi y porque siempre lo estará.

Benditos aquellas que la conocieron, ya que conocerla fue amarla... 

La partida de nuestros seres queridos no se supera jamas, sólo aprendemos a vivir con el vacío y con el recuerdo que dejaron al irse. Debemos darle a nuestros seres queridos día a día amor, cariño, ya que su ausencia puede darse en cualquier momento y luego no tendremos oportunidad de hacerlo.