viernes, 3 de mayo de 2013

SINNLOS (Falto de Sentido)


            Un día, muy temprano en la mañana, cuando la luna resplandecía y en donde el sol entrecerraba mis ojos, me encontré en la vía de un camino sin inicio y sin fin. El frío hacía que sudara como nunca antes lo había vivido y como siempre lo había recordado.

            Después de tanto caminar y caminar sobre las aguas transparentes de una mar dulce, reposé colgada de un árbol en donde nacían mariposas de todos colores. Su olor era tan intenso que nublaba mis oídos, su belleza era tan profunda que me dolían las manos al olerlo. Era sencillamente la sensación mágica más grande y más real que siempre había visto.

            Al ver los peces volar sobre mí, durante el crepúsculo del amanecer, sentí un hueco en los pies y entendí que el hambre se estaba apoderando de mi cuerpo. Continué caminando por los aires, buscando comida. Al final del horizonte vi un par  de frutas que colgaban de arbustos multicolores. Al llegar, me senté en la cima de estos y degusté de esas frutas y su sabor celestial.

            Al finalizar este maravilloso día, me encontré recostada sobre la grama y mirando el cielo soleado lleno de estrellas. Esperando que, al despertarme el día anterior pudiese vivir otra maravillosa aventura. 

jueves, 2 de mayo de 2013

EN BUSQUEDA DEL TESORO PERDIDO


     En la actualidad no existen muchas historias que se basen en Mapas del Tesoro Perdido. Esas historias quedaron atrás, en libros, películas o fantasías.

    Lamentablemente, hoy en día, hemos adoptado en nuestras vidas, sin gustarnos en muchos casos, esta Maravillosa Búsqueda del Tesoro Perdido, la cual se basa en ir de tienda en tienda, buscando lo que en algún momento era "normal" tener.

          Como siempre, hablaré en primera persona y les narraré lo que me ha pasado esta semana en la Ciudad de Valera, Edo Trujillo.

          En esta ciudad no sólo reina la falla en el servicio de luz, el caos en las avenidas por los buhoneros (los que ya casi ni dejan circular los autos en las Calles del Centro de la Ciudad), sino que por demás se encuentra dentro de las ciudades en las cuales comprar Mantequilla, Aceite, Leche, Papel Toallet, Harina Pan, Harina de Trigo, es un completo CAOS y en muchos casos MISION IMPOSIBLE.

          Mi mamá, como muchos saben, se dedica a hacer Tortas y Comidas para la venta. Ultimamente este “Don” u Oficio se ha convertido en prácticamente un Karma. Ella tiene una personalidad UNICA y no estaría en ella quejarse o decir algo, sin embargo, a sus 73 años, el que camine diariamente cuadras enteras bajo un clima que quema, para intentar encontrar la Materia Prima de su Trabajo, hace que me pregunte, “En donde estamos viviendo?”, “Esta es la Vejez que mamá merece?”, “Es posible cambiar esta situación?”… Todas esas preguntas me encantaría responderlas diciendo, “Mami, vámonos de aquí”, “Deja de Trabajar”, “Mami, no sigas buscando un Tesoro con un Mapa inexistente”, pero la verdad es otra. No puedo arrancarla de su Casa, no debo obligarla a entrar en un sedentarismo que la mataría y mucho menos podría contradecirla cuando debe salir a buscar lo que necesita para hacer sus pedidos.

          Por otro lado, en mi Caracas Amada, existe la escasez, o mejor dicho, alguna que otra falta, pero NUNCA comparado con lo que se vive en el interior del país. La “realidad caraqueña" se debe mantener a toda costa, ya que caer en ese ritmo de necesidad, trabajo y anaqueles vacíos daría mucho qué pensar, qué decir o qué hacer.

          Hoy, 25 de Abril de 2013, quisiera que el ir al supermercado, a las farmacias, a los abastos, a las carnicerías, a las ventas de repuestos, etc, etc, etc, no sea intentar encontrar “El Mapa del Tesoro” en primera instancia, para luego ir descubriendo las pistas y, al final, encontrar el Premio Dorado.   

          Hoy quisiera que mi madre, así como todo nuestro país, pueda ir a donde sea y pueda abastecerse de los productos de primera necesidad, quisiera que mi madre pueda hacer de su oficio algo que la distraiga en su Vejez y sobretodo quiero que vivamos con anaqueles llenos de opciones, marcas y precios.

          No sé, pero creo que de pequeña crecí en un País así, o no sé sí sólo fue un sueño… En cualquiera de los casos, quisiera regresar allí.