En la actualidad no existen muchas
historias que se basen en Mapas del Tesoro Perdido. Esas historias quedaron atrás,
en libros, películas o fantasías.
Lamentablemente,
hoy en día, hemos adoptado en nuestras vidas, sin gustarnos en muchos casos,
esta Maravillosa Búsqueda del Tesoro Perdido, la cual se basa en ir de tienda
en tienda, buscando lo que en algún momento era "normal" tener.
Como
siempre, hablaré en primera persona y les narraré lo que me ha pasado esta
semana en la Ciudad de Valera, Edo Trujillo.
En
esta ciudad no sólo reina la falla en el servicio de luz, el caos en las
avenidas por los buhoneros (los que ya casi ni dejan circular los autos en las Calles
del Centro de la Ciudad), sino que por demás se encuentra dentro de las
ciudades en las cuales comprar Mantequilla, Aceite, Leche, Papel Toallet,
Harina Pan, Harina de Trigo, es un completo CAOS y en muchos casos MISION
IMPOSIBLE.
Mi
mamá, como muchos saben, se dedica a hacer Tortas y Comidas para la venta. Ultimamente
este “Don” u Oficio se ha convertido en prácticamente un Karma. Ella tiene una
personalidad UNICA y no estaría en ella quejarse o decir algo, sin embargo, a
sus 73 años, el que camine diariamente cuadras enteras bajo un clima que quema, para intentar encontrar la Materia Prima de su Trabajo, hace que me pregunte,
“En donde estamos viviendo?”, “Esta es la Vejez que mamá merece?”, “Es posible
cambiar esta situación?”… Todas esas preguntas me encantaría responderlas
diciendo, “Mami, vámonos de aquí”, “Deja de Trabajar”, “Mami, no sigas buscando
un Tesoro con un Mapa inexistente”, pero la verdad es otra. No puedo arrancarla
de su Casa, no debo obligarla a entrar en un sedentarismo que la mataría y
mucho menos podría contradecirla cuando debe salir a buscar lo que necesita
para hacer sus pedidos.
Por
otro lado, en mi Caracas Amada, existe la escasez, o mejor dicho, alguna que
otra falta, pero NUNCA comparado con lo que se vive en el interior del país. La
“realidad caraqueña" se debe mantener a toda costa, ya que caer en ese ritmo de
necesidad, trabajo y anaqueles vacíos daría mucho qué pensar, qué decir o qué
hacer.
Hoy,
25 de Abril de 2013, quisiera que el ir al supermercado, a las farmacias, a los
abastos, a las carnicerías, a las ventas de repuestos, etc, etc, etc, no sea
intentar encontrar “El Mapa del Tesoro” en primera instancia, para luego ir
descubriendo las pistas y, al final, encontrar el Premio Dorado.
Hoy
quisiera que mi madre, así como todo nuestro país, pueda ir a donde sea y pueda
abastecerse de los productos de primera necesidad, quisiera que mi madre pueda
hacer de su oficio algo que la distraiga en su Vejez y sobretodo
quiero que vivamos con anaqueles llenos de opciones, marcas y precios.
No
sé, pero creo que de pequeña crecí en un País así, o no sé sí sólo fue un
sueño… En cualquiera de los casos, quisiera regresar allí.