Desde pequeña, he leído y escuchado que las “medidas
perfectas” en una mujer son 90-60-90.
La belleza física, en muchos casos, se ha vuelto
no sólo la carta de presentación, sino la “medida obligada” para poder ser, hacer,
decir y sentir. Aunque no he sufrido rechazo a nivel personal, sí tengo muchas personas queridas que, por no tener esas "medidas específicas", lo han sufrido, bien sea en la puerta de un local, en ambientes laborales, en el Gimnasio, en transporte público o hasta caminando por la calle.
Quienes me conocen saben que me soy una "Gorda FELIZ", no tengo sobrepeso, pero soy feliz con mis medidas, aunque no sean 90-60-90...
QUE TAN IMPORTANTE ES EL PESO? POR TENER ALGUNOS
KILOS DE MAS ERES MENOS QUE OTROS???? DEBES TENER “MEDIDAS PERFECTAS” PARA
TRIUNFAR???
Mi escrito no justifica una obesidad mórbida, porque
estaríamos hablando de poner en juego la salud y hasta la vida. Ni tampoco es
una justificación por no ser “90-60-90”. Lo que quiero es hacer una reflexión a
los rechazos, limitaciones y exclusiones que hacemos a quienes tienen unos
pocos kilos de más. A aquellos que por no tener un “cuerpo esbelto” tratamos de
manera diferente.
Como Diciembre es un mes que usualmente lo
usamos para hacer una lista de lo bueno y lo malo del año, y de lo que queremos
para el año siguiente, aprovechemos y hagámonos la promesa de ACEPTAR A LAS
PERSONAS POR LO QUE SON POR DENTRO Y POR QUIENES SON REALMENTE, olvidemos las tallas, los tamaños y apreciemos
más lo que las personas nos pueden ofrecer…
Les invito a que comencemos a apreciar las
conversaciones, los sentimientos, los momentos, los pequeños detalles y aquellas
cosas intangibles que realmente valen la pena y dejemos a un lado “esas medidas”
que nos restringen de tantas maneras.