El recien finalizado mes de Julio estuvo en las vías de un carrusel de emociones, es por ello mi ausencia en los escritos, es por eso mi cambio de humor, es por ello la evaluación actual y tan diferente a mi día a día.
Todos hemos leído o escuchado que cuando un ser querido está enfermo consideramos las cosas de una manera "especial" y comenzamos a valorar escenarios que antes ni nos imaginabamos estarían "sobre el tapete". En mi caso personal, el tener 3 veces con recaídas de salud a mi Mamá, lo más grande que tengo, en el mes de Julio me dió una perspectiva muy diferente a lo que es y lo que puede ser. Comencé a preguntarme sí de verdad ella sabía lo mucho que la amaba, lo indispensable que es tenerla a mi lado, lo agradecida que estoy y sobretodo lo orgullosa que me siento de ser su hija. Pensé en lo que me falta por vivir a su lado y el legado que de mi parte aún no le he dado.
Los pensamientos pasan uno tras otro a la velocidad de la luz y tienes que cambiar tu enfoque, ya que de otra manera no estarías valorando la situación vivida.
Los sacrificios que de alguna manera pueda hacer, no serán ni remotamente iguales a los que ella hizo por mi.
Ya hoy, a mediados de Agosto, dentro de mi nuevo enfoque, puedo decirles que NUNCA es tarde para cambiar, NUNCA es tarde para amar y NUNCA es tarde para demostrar que nos importa la presencia de nuestros seres queridos.
Mi más sincera invitación es que, No dejemos que la ausencia total sea las que nos golpee, ya que allí sí sería realmente tarde y no habría vuelta atrás. Apreciemos, amemos, valoremos, oremos, tengamos Fe, seamos felices sinceramente y sobretodo no olvidemos demostrar realmente cuanto valoramos a nuestros seres queridos.
